jueves, 5 de marzo de 2009

Helga Zepp-LaRouche: El paradigma del neoliberalismo está acabado

12 de diciembre de 2008 (LPAC).— El 3 de diciembre, Lyndon H. LaRouche y Helga Zepp-LaRouche, junto con el director de contrainteligencia de EIR Jeffrey Steinberg hablaron en un seminario en Nueva Delhi, patrocinado por el Foro de Estudios Estratégicos de Seguridad (FEES), un importante centro militar de estudio y análisis. Se reproduce a continuación el discurso de la presidenta del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche.
Yo creo que si uno ve la historia, siempre encontrará uno personas que estaban adelante de su tiempo en el entendimiento del período histórico; personas que están en su tiempo y personas que están atrás de su tiempo. Y creo yo que ahora, solo unos pocos entienden la cuestión de que el paradigma actual ha llegado a su fin. Pero afirmaría, con absoluta certeza que el paradigma neoliberal está acabado, y agregaría también que la Unión Europea, como pretenden que sea el liderato actual de la Unión Europea, está acabada.
Ahora bien, esto pudieran no reconocerlo todo mundo, pero quisiera recordarles lo que sucedió en 1989, cuando la Unión Soviética empezó a desintegrarse. Hubo un período en que algunas personas reconocieron con mucho tiempo de anticipación, este fue el señor LaRouche, quien en 1983, predijo el desplome de la Unión Soviética si se aferrabaa a sus funestas políticas de entonces, y después en 1989, cuando cayó el Muro de Berlín en Alemania, hubo personas que reconocieron esto y empezaron a adaptarse a la situación nueva. A estas personas les llamaban "renegados". Y hubo gente como [el dirigente de Alemania Oriental Erich] Honecker y otros, que no quisieron reconocer que el sistema realmente había desaparecido, y los llamaban "cabezas de concreto".
Y ahora tenemos una situación similar: hay personas que entienden que se acabó el paradigma del neoliberalismo y se están adaptando a la situación. Los llaman "renegados"; en Alemania los llamamos "cuellos torcidos". Son personas que cambian tanto de cabezas que sus cuellos están torcidos, en espiral. Y hay gente que son los "cabezas de concreto". Los "cabezas de concreto" ahora son, por ejemplo, Gordon Brown, quien quiere un nuevo sistema, pero en realidad quiere el mismo sistema, solo que con un par de reglamentos nuevos; y hay una gran cantidad de otras personas que entienden que necesitamos un paradigma completamente diferente en el mundo, y que eso que se ha llamado "globalización" en los últimos 20 o 40 años, se tiene que reemplazar por un nuevo sistema. Ahora, en 1989, cuando cayó el Muro de Berlín en Alemania, y posteriormente se desintegraron la Unión Soviética y el CAME, yo dí varios discursos, en discusiones con el señor LaRouche, y dije: Si se comete el error de sobreponerle al quebrado sistema comunista el sistema igualmente quebrado del libre mercado, entonces se estaría posponiendo el desplome por medio de la acumulación primitiva por un par de años, pero al final esto llevará a un desplome que será mucho peor que incluso la desintegración del sistema comunista. Y creo que estamos exactamente en ese punto. Porque lo que está sucediendo ahora con el desplome de la globalización es un desplome mucho, pero mucho más severo que la desintegración del CAME, con implicaciones mucho más peligrosas.
La propuesta del Puente Terrestre Euroasiático
Ahora bien, nosotros, en ese momento, teníamos un plan de lo que se tenía que hacer, un "Plan A", que era la idea de usar las tecnologías occidentales para desarrollar oriente. Primero se llamó el programa del Triangulo Productivo, que era la idea de fortalecer el territorio, Paris-Berlin-Viena, con infraestructura moderna, con la tecnología maglev, con reactores de alta temperatura, con otras tecnologías de vanguardia y después llevar este desarrollo en forma de corredores al oriente: a Varsovia, a Kiev, a los Balcanes, y después cuando se desplomó la Unión Soviética en 1991, queríamos integrar eso de inmediato con toda la idea euroasiática, la llamada idea del Puente Terrestre Euroasiático, para conectar los centros industriales y poblaciones de Europa con los de Asia.
Por mucho tiempo la gente decía: "Eso es una ilusión, eso es un utopía, nunca va a suceder". Pero, si vemos el mapa hoy, vemos que se están llevando a cabo muchos de los proyectos que inicialmente habíamos propuesto: como un ferrocarril entre Corea del Sur y Corea del Norte; el plan de Rusia de construir el tunel por el Estrecho de Bering para conectar a Siberia con Alaska, y muchos otros proyectos.
Desafortunadamente, no tomaron nuestro diseño, y en vez de eso, con la imposición de las mentadas "reformas" del FMI, eso ha llevado a la situación actual. Y como saben, lo que sucedió es que, por razones geopolíticas, los británicos, Bush padre, y Margeret Thatcher impusieron el Tratado de Maastricht sobre Europa, lo que en esencia ha despojado a las naciones del control soberano sobre sus monedas, imponiendo la Unión Monetaria Europea, incluso cuando estaba claro que no funcionaría una Unión Monetaria Europea con una unión política.
El acuerdo de Maastricht es un corsé; está estrangulando a las economías de Europa y ahora, es el mecanismo con el cual se evita que funcione la política y la economía de Europa. Ahora este proceso empeoró con el llamado Pacto de Estabilidad, el Tratado de Niza y el Tratado de Amsterdam antes de éste. Y, más recientemente, intentaron contrarrestar el hecho de que habían fracasado los referendos por una nueva Constitución Europea, con el voto a favor del "no" en Francia y Holanda en el 2005, con un truco, imponiendo mediante un golpe de estado el Tratado de Lisboa; sin que lo supiera la población, sin referendo e incluso sin que se discutiera en los medios de comunicación.
Afortunadamente, gracias a muchas personas, pero especialmente a nuestra movilización, derrotamos esto. Pero yo les sugeriría encarecidamente que vieran este Tratado de Lisboa de la Unión Europea, porque éste es un intento de golpe de Estado frío, que pretende transformar a Europa en un Estado feudal, en una dictadura oligarca, de facto, colocar a la OTAN como un imperio europeo, con la idea de militarizar a Europa y usar la estructura de la Unión Europea para las intervenciones "humanitarias" internacionales.
Ahora bien, probablemente ustedes saben que hace muy poco la ONU y la OTAN firmaron un acuerdo más o menos secreto, sin informarle a Rusia, por ejemplo, para realizar más intervenciones globales "humanitarias", bajo el pretexto de desastres humanitarios y catástrofes naturales, y cosas por el estilo, lo que es parte del designio del imperio, usando de pretexto la "democracia" y los "derechos humanos", desastres naturales etc. Y la Unión Europea, si siguiera por el camino del Tratado de Lisboa, se convertiría en un imperio muy repugnante. De hecho, según Robert Cooper, exasesor de [el alto comisionado de la Unión Europea Javier] Solana, la Unión Europea es de cualquier manera el mayor imperio en la historia, y hasta dónde va a llegar, dado que se siguen agregando nuevos Estados miembros, es cuestión de.... esencialmente, estas personas quieren extenderlo sin límite alguno.
Respuesta de la soberanía nacional
Afortunadamente, esto se está derrumbando, y estoy feliz de poder decirles que en esta crisis se ha visto surgir una especie de reflejo condicionado de soberanía nacional, porque cuando ocurrió la fase reciente del desplome —a mediados de septiembre— si observan, Bruselas no intervino. Fueron los gobiernos nacionales los que salieron a proteger a sus sistemas bancarios; que no es exactamente aconsejable, porque todo forma parte de los proyectos de salvataje. Pero, en resumen, la Unión Europea está acabada así como también el paradigma neoliberal.
Esto pudiera no estar claro en este momento, pero recapacitarán sobre esto en un período posterior porque, bajo condiciones de crisis de desintegración, las únicas instituciones que pueden proteger a sus países, son las instituciones nacionales. No son las estructuras supranacionales —que es en lo que se ha convertido Bruselas últimamente— que están en franco contraste con los intereses de los Estados miembros.
Asi que, aunque no digo que sea algo ya decidido, pueden ver en la persona de [el Presidente francés] Sarkozy, un reflejo gaullista. Se puede ver en la persona del ministro de Finanzas de Italia [Giulio] Tremonti, un impulso nacional. Y en cierto sentido, esto es lo que tiene que suceder. Porque, solo si volvemos en Europa, y nos deshacemos de la burocracia de la Unión Europea —que no es más que un designio imperial— y volvemos a una "Europa de las patrias" donde los países nacionales soberanos vuelvan a tomar control de sus monedas nacionales entonces Europa va a poder sobrevivir. Porque la razón de la impotencia de Europa, y su incapacidad para hacerle frente a la crisis actual, es que está encerrada en una estructura, que básicamente le ata las manos y actuamente le entrega todo el poder a la burocracia europea, que no tiene que presentar cuentas; nadie la elige, la ponen ahí y ahora, básicamente, ya han redactado el 85% de todas las leyes. Asi que, bajo estas estructuras, los parlamentos nacionales son menos que cero.
La combinación de los cuatro grandes
Yo pienso que la única vía hacia el futuro, para salir de esta crisis, es lo que el señor LaRouche está proponiendo: Hacer esta combinación de las cuatro potencias y después hacer que países soberanos, como Alemania, Japón, Italia y otros se unan a esto, en una alianza nueva de socios soberanos perfectamente iguales, para discutir los próximos 50 años del planeta. Y cuando digo que está acabado el paradigma neoliberal, yo pienso que necesitamos tener un nuevo paradigma, digno de la civilización humana.
Preguntaban sobre qué hacer ante la falta de empleos, el peligro de la pérdida de empleos: ese es un problema que enfrenta todo país! Alemania, actualmente, la economía alemana, que se basa totalmente en las exportaciones, ahora las exportaciones se han desplomado, la economía interna se debilitó mucho con el régimen del euro, y si Alemania tiene alguna oportunidad, tiene que formar parte del Puente Terrestre Euroasiático!
Ahora, tenemos esta idea no solo de conectar a Europa con Asia mediante estos corredores de infraestructura (por ejemplo, el corredor que ustedes están planeando construir de Delhi a Bombay, es solo una pequeña pieza de este diseño más amplio) sino que debemos tener la perspectiva de integrar a América Latina pasando por el Estrecho de Bering; Alaska-Canadá-Estados Unidos-Centroamérica, hasta abajo, hasta llegar a Chile. Necesitamos salvar a Africa porque si se hunde —no porque Africa tenga armas nucleares, o alguna otra amenaza— sino porque si la sociedad humana no puede salvar a un continente, ¡que claramente está en riesgo de morir! —debido a la combinación del SIDA, hambrunas, terra incognita como se ve en Somalia y el Cuerno de Africa en donde los gobiernos pierden control y básicamente son territorios desconocidos, donde gobierna la pirateria— entonces eso les muestra el futuro, a donde puede llegar la civilización, si no le ponemos remedio.
Asi que necesitamos integrar a Africa a este Puente Terrestre Euroasiático construyendo corredores a través de Egipto hacia Africa, mediante un puente o un túnel de Sicilia a Túnes, y otro pasando por el Estrecho de Gibraltar a Marruecos, y desarrollando un programa de reconstrucción global junto con estos programas de infraestructura.
Ahora, ustedes pudieran creer que esto es utópico, pero eso es parte del Plan A. Y si hay un sistema crediticio, en donde los gobiernos nacionales soberanos extiendan líneas de crédito en base a los sistemas bancarios nacionales, entonces cada país podría financiar su parte de este programa de infraestructura, y saldriamos de este lío. Hemos estado promoviendo ésto por 20 años y durante mucho tiempo la gente nos veía y decía "Oh no, éste es un concepto utópico". Pero ahora, yo creo que es lo único realista para no hundirnos en una era de tinieblas.
Un nuevo renacimiento
Ahora, junto con este cambio económico necesitamos un cambio en la cultura, un paradigma cultural. Hay que acabar con el paradigma asociado con la globalización; está basado en la avaricia, en la idea de que cada persona debe destruir a otros para sobresalir, de máxima ganancia aquí y ahora, y este paradigma ha fracasado por igual. Necesitamos reemplazarlo con un nuevo Renacimiento. Y yo creo que la única forma en que podemos tener un renacimiento es que cada civilización, cada cultura, vuelva a su punto culminante. Los últimos 40 años han sido, desde nuestra perspectiva, un punto bajo en la cultura de cada pais, o por lo menos de los países occidentales, eso lo puedo asegurar.
Necesitamos que haya un nuevo renacimiento, en donde las tradiciones mejores de cada cultura se propaguen. En el caso de la India, yo creo que tienen ustedes la cuna de la civilización más bella en la cultura del sánscrito, en los Vedas. Si escuchan el Canto a la Creación de los Vedas, ¡ahí mismo están las concepciones más profundas! Y eso es quizá de hace 10,000 años. Necesitamos volver a las ideas de Tilak. Me refiero a ¿cómo fué posible que India produjera una civilización con ciudades grandes, 5,000 años antes de Mesopotamia, como se acaban de descubrir recientemente en los océanos aquí? Tenemos que volver a estudiar estas cosas: ¿por qué fue que Wilhelm von Humboldt dijo que el sánscrito era la lengua más desarrollada en el mundo, en toda la historia? Quiero decir que hay perlas que descubrir, que necesitan revivirse, y el sánscrito como lengua nacional fue en algún momento un punto de discusión, que hubiera sido mucho mejor que el inglés, para la continuidad de la cultura india.
Y hay muchas otras cosas —no quiero prolongar mucho este discurso— pero creo que cada país tiene que volver a lo que lo enorgullece. Como en Alemania, no queremos hablar de los 12 años de desastre del período de Hitler; queremos poder volver a ser capaces de hablar sobre Nicolás de Cusa, Leibniz, la música clásica alemana, Schiller. Esa es la razón de porqué mi instituto se llama Instituto Schiller, porque Schiller fue el poeta de la libertad.
Necesitamos avanzar en cada pais: La humanidad no va a salir de este foso, de esta fase absolutamente terrible si continuamos haciendo lo que estamos haciendo. Y eso creo que es lo que necesitamos discutir en una escala mayor.

sábado, 21 de febrero de 2009

CUANDO NADIE DICE LA VERDAD SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA

Por qué los académicos suelen errar en economía

por Lyndon H. LaRouche

Una consternación creciente agita a la prensa internacional, en círculos importantes de gobierno de Estados Unidos de América, de Europa Central y Occidental, de Rusia, de China y del mundo en general. A despecho suyo, dichos círculos empiezan a comprender que prácticamente nada de esencia decisiva ha ocurrido en esas tendencias de la economía mundial en general que yo no haya pronosticado en la videoconferencia internacional que di por internet el 25 de julio de 2007.
Entre las fuerzas del mal que aún parecen regir a algunas potencias gobernantes del mundo, impera ahora la sensación paulatina de que, si fuera posible, destruirían al profeta, pero entonces la profecía los destruiría a ellos.
Lo que pronostiqué el 25 de julio de 2007 fue una crisis de desintegración general, que advertí se desenvolvería para fines de ese mes. Tres días después de esa videoconferencia empezó la desintegración del actual sistema monetario mundial, tal como lo advertí. Desde entonces, la voz de alarma de que una tragedia global se propaga entre las naciones de este planeta se escuchó aquí, luego allá, y después acullá, cada vez con más fuerza, con una resonancia creciente, una resonancia que atenaza al planeta entero.
A partir de ese momento, la crisis global de desintegración física general en marcha del actual sistema monetario-financiero del mundo no ha dejado de empeorar. Se torna cada vez más fea, amplia, honda y profunda, y, para quienes se han considerado las fuerzas imperantes de nuestro planeta, al parecer más desesperada de lo que era hace sólo un instante.
No hemos tenido nada como esto, del modo que lo advertí de manera repetida desde la campaña de las primarias presidenciales de 2000 en EUA. No ha habido nada comparable a esto en la historia de la civilización europea desde que el desplome de la Casa de Bardi estalló en una “nueva era de tinieblas” que afectó a toda la Europa medieval del siglo 14. Avanza como una tragedia planetaria. Como advertí en repetidas ocasiones desde entonces, lo que viene avanzando es una crisis de desintegración general del al presente perdido sistema monetario-financiero de cada rincón de este planeta.
Uno siente el momento que se acerca, como ese silencio que escucharon aquellos en los botes salvavidas o los que nadaban en las gélidas aguas del océano Atlántico en el instante en el que el S.S. Titanic desapareció bajo las olas.
Así que, desde el 25 de julio de 2007, casi tan pronto como círculos gubernamentales prestantes de cualquier nación de las Américas, Asia y otras partes pretendieron negar la posibilidad de una condición contra la que advertí, precisamente esa clase de señal de una crisis de desintegración general planetaria inminente hizo erupción. En esencia, no sólo los acontecimientos alrededor del mundo procedieron conforme a la pauta que detallé en esa videoconferencia, sino que cada uno de ellos al parecer estalló momentos después de declaraciones categóricas recientes en contrario hechas por gobiernos importantes del mundo y otros, negando que acontecimientos tales como los que había pronosticado fuesen posibles.
Los caprichos, de Francisco Goya (1799).
De manera que ahora, en la venidera toma de protesta de una nueva presidencia estadounidense el 20 de enero, la crisis acelera, arreciando cual tormenta terrible. No obstante, por un momento hay una quietud pasmosa, mientras este legendario Titanic se hunde en las profundidades, donde descansará bajo toda el agua del mundo.
Sin embargo, irónicamente, al mismo tiempo, aun hoy, aun después de la clara acumulación de pruebas sobre la precisión de mi advertencia del 25 de julio de 2007, hay voces de opinión que a menudo responden con una curiosa suerte de empeño por aferrarse a la negación. En momentos en que el virtual Titanic moderno ya se hunde. Aun así, por absurdo que sea, la gran prensa y círculos de gobierno pretenden, de nuevo, negar lo que sucede, tranquilizándose unos a otros diciendo que yo no soy un egresado titulado del departamento de Economía de prácticamente ninguna universidad.
Con orgullo puedo confirmar su opinión de que me niego a asociarme con nada demostrablemente tan ridículo como lo que pasa por calificación académica en Economía entre los académicos hoy en uso. Entre tanto, ellos, al escuchar su propia voz sobre el tema, parecen estar cada vez más asustados, esta vez, al escuchar la reverberación de su pretendida negación, que cuando la profirieron más o menos un instante antes.
De pronto, en estos momentos, las amenazas de mis supuestos críticos en mi contra parecen más trágicamente ridículas que ominosas. Éste es un momento de advenimiento en mi mundo, no uno de triunfo, sino uno como el que vivió un Noé que flotaba en un océano vasto y silencioso. De modo que la ominosa tragedia global venidera ha sobrecogido ahora al mundo; para aquellos dispuestos a escuchar y a actuar de conformidad.
Yo no soy ningún hechicero. Mi historial repetido y singularmente excepcional de éxitos como pronosticador de largo plazo no entraña ningún milagro sobrenatural. Sólo es ciencia. Como ya había puesto de relieve durante los primeros cuatro meses de 1971, lo que venía enseñándose como economía en la mayoría de las universidades conocidas, incluso entonces, no era más que producto del creciente nivel de incompetencia en lo que con frecuencia se ha enseñado como economía en las universidades de prestigio, desde que Harry S. Truman tomó posesión como presidente.
Retrocede al verdadero tiempo y lugar de partida de la tragedia que ahora se desenvuelve.


Mi experiencia
La tragedia comenzó en el momento en el que la opción derechista de Wall Street para vicepresidente, Harry S. Truman, aprovechó la oportunidad de la muerte del presidente Franklin Delano Roosevelt para sabotear las intenciones hamiltonianas que éste tenía para la posguerra. Lo que Truman introduciría, en vez del Sistema Americano de economía política del secretario Alexander Hamilton, es la incompetencia intrínseca del economista —por un tiempo pro nazi— John Maynard Keynes.
1 Hasta la fecha, los muy difundidos métodos de pronóstico estadístico hoy en boga son los peores a este respecto. Siga leyendo este artículo en: http://espanol.larouchepac.com/news/2009/02/20/por-qu-los-acad-micos-suelen-errar-en-econom.html

miércoles, 18 de febrero de 2009

GUERRA CONTRA LAS DROGAS

LaRouche llama a una guerra a las drogas con tecnología de punta, enfocada en el desarrollo económico

15 de enero de 2009 (LPAC)—El Comité de Acción Política Lyndon LaRouche (LPAC) difundió hoy el siguiente llamado del estadista y economista norteamericano Lyndon H. LaRouche.
Narcotráfico, S.A., la empresa internacional de los estupefacientes con sede en la City de Londres, ha decidido jugarse el todo por el todo en lugares tales como la frontera entre México y Estados Unidos, advirtió hoy el estadista norteamericano Lyndon LaRouche. “El problema es que las operaciones del narcotráfico son auspiciadas, en gran medida, como un subproducto de la crisis económica que azota al Hemisferio”, explicó LaRouche. “Si no resolvemos eso, nada funcionará. Lo que buscamos es algo diferente a una solución homicida al problema de las drogas, y es difícil hallarlo si no tenemos una política económica que lo haga posible”.
“De todos modos vamos a tener que combatir las drogas”, agregó, “pero si no lo hacemos mediante el crecimiento económico, no va a funcionar. Corremos el peligro de un caos y, por tanto, para enfrentar el problema, uno tiene que disponer de otras medidas además del simple combate”.
“El narco se combatirá”, recalcó LaRouche, “pero es preferible hacerlo más que nada de manera pacífica, con alternativas económicas a lo que de otro modo será el caos. Un buen ejemplo de la clase de programas que se necesitan es el PLHINO”, indicó, en referencia al Plan Hidráulico del Noroeste para México, un gran proyecto de infraestructura que abriría más de un millón de hectáreas al cultivo de riego para la producción de alimentos en los estados noroccidentales de Sonora, Sinaloa y Nayarit. “Estados Unidos y México deben cooperar en el PLHINO, así como en la guerra a las drogas, como Estados soberanos que comparten un interés común; eso es lo que hizo Franklin Delano Roosevelt”.
“Habrá una guerra a las drogas”, reiteró LaRouche, “porque cualquier sociedad que capitule a la mafia del narcotráfico, dominada por los británicos, y a sus proponentes de la legalización de las drogas, tales como el especulador financiero adiestrado por los nazis George Soros, dejará de existir. La sociedad y los narcos no pueden coexistir. Y quienquiera que aspire a ser jefe de Estado tiene que oponerse a las drogas; no le quedará de otra”.
“Por consiguiente, la realidad dicta que habrá una guerra a las drogas. Los jóvenes, al avizorar lo que se avecina, se darán cuenta de que hay que derrotar a Soros, y apoyarán que haya una pelea”.
“Y aunque las capacidades militares serán un componente de la guerra, porque los narcotraficantes libran su propia guerra en pro de las drogas, el margen decisivo para derrotarlos lo darán medidas no letales”, dijo. “Usar la ciencia, en especial las capacidades científicas espaciales, en contra del narcotráfico mundial. Tenemos una superioridad tecnológica, con satélites y otras tecnologías avanzadas, muchas de las cuales son cuasimilitares”.
“Más importante”, concluyó LaRouche, “tenemos que cerrar el flujo de dinero del narco, como parte integral de la reorganización del sistema financiero mundial. Aprovechemos la ocasión del establecimiento de un tratado mundial para la creación de un nuevo sistema de crédito, según el modelo constitucional estadounidense, para auditar todos los valores financieros en cartera, a fin de que justifiquen su origen. Pregúntenle a los financieros: ‘¿De dónde sacaste el dinero, mi amigo?’ ”.
Lyndon LaRouche abordará la crisis estratégica global y su solución en dos videoconferencias internacionales por internet, a celebrarse en el transcurso de la próxima semana. La primera, el viernes 16 de enero, y la segunda, el jueves 22. Ambas comenzarán a la 1:00 p.m., hora del este de EU, y se transmitirán en vivo con interpretación simultánea al español, el francés, el italiano y el alemán. Podrás ver la versión en español por el portal
http://espanol.larouchepac.com.
Para mayor información sobre Narcotráfico, S.A. y los 30 años que LaRouche lleva combatiéndolo, ve:
“El plan de LaRouche para librar la guerra al narcotráfico”, una propuesta de 15 puntos (13 de marzo de 1985), en
www.larouchepub.com/spanish/lhl_articles/2002/GuerraNarcoterror.html.
“Drive the Narcos Out of the Americas!” (¡Saquemos a los narcos de las Américas!), por Gretchen Small, en
www.larouchepub.com/other/2009/3602narcos_out_americas.html.
“Call for U.S.-Mexico Anti-Drug Fight” (Llamado a EU y México para el combate a las drogas), llamado que hizo del general (r.) y ex zar antidrogas estadounidense Barry McCaffrey en diciembre de 2008, en
www.larouchepub.com/other/2009/3602mccaffrey_antidrug_mex.html.
El estudio sobre Narcotráfico, S.A. que publicó EIR en 1996, en
www.wlym.com/~oakland/brutish/EIRDopeIncUpdate.pdf (parte de este material pronto estará disponible también en español, en www.larouchepub.com/spanish).

jueves, 5 de febrero de 2009

MEDIDAS CORTAFUEGO EN EL PERU FRENTE A LA CRISIS



“Es la crisis financiera más grande de la historia, estúpido”

por Luis Vásquez Medina


Hoy los problemas del país empiezan con el hecho que nadie, excepto los seguidores del economista, filósofo y estadista estadounidense Lyndon LaRouche, sabe nada de la actual crisis económica internacional. Mientras que la “inteligencia económica” del país, con R. Webb y el inefable P.P. Kucsinsky a la cabeza, reconoce con un cinismo estilo Alan Greenspan, que no sabe de dónde vino, ni qué la produjo, ni cuánto va a durar. Y la oposición, gremios de los trabajadores incluidos, solo atina a pedir aumentos salariales y otras medidas fiscales puramente redistribucionistas. Hasta el propio presidente García, autor de delirantes sofismas para negar la profundidad de la crisis, sigue bailando al son de la música que tocan los banqueros de Wall Street y la City de Londres hoy en bancarrota.
Nos negamos a “ver” la crisis más grande de la historia moderna, a cuyo lado la gran crisis de 1929-30, con sus terribles consecuencias bélicas, parece una simple anécdota. No se quiere admitir que la verdad, tal como Lyndon LaRouche lo ha venido advirtiendo al menos desde principios de los 1970s, cuando se destruyó el sistema de Bretton Woods (la herencia del gran presidente antiimperialista Franklin Delano Roosevelt), es que la desregulación y la ideología de la libre empresa ha originado la burbuja especulativa más grande la historia, cuya dimensión de 1 a 2 mil billones de dólares (inmensa cifra de 15 ceros) amenaza con aplastar a toda la civilización.
Hoy la disyuntiva para el mundo es: “La burbuja o la vida”. Cualquier política anticrisis debe empezar reconociendo la verdad científica: el actual sistema monetario y financiero mundial está quebrado y no existe política monetaria o financiera que lo pueda salvar. Cuanto antes, nuestro presidente tiene que desligarse de su “juramento” a los banqueros de Wall Street cuando visitó el Club de la Banca de Nueva York, poco antes de su elección, cuando creía con fe ciega que la economía mundial vivía el “auge económico más grande de la historia”. Hablar de “islas de refugio” y otras cantaletas solo inflará de momento la burbuja de su popularidad; es hora de virar el timón de la política económica o el pueblo pasará la factura.
En verdad, debemos resaltar que no habrá desarrollo en el Perú ni en ningún otro país, si no se derrota a las fuerzas imperiales que están detrás de la burbuja financiera internacional y se impone un nuevo orden financiero y monetario internacional más justo, al estilo de la propuesta de Lyndon LaRouche por un “Nuevo Bretton Woods”. Alan García, como presidente de los peruanos y no como representante de la banca mundial quebrada, tiene la obligación de levantar su voz a favor de una nueva arquitectura financiera internacional y unirse al ya grueso número de voces presidenciales que en todo el mundo la exigen.
La pelea por un nuevo orden económico internacional se centra en los EE.UU. Por eso el mundo entero espera, “conteniendo el aliento”, la toma de posesión del nuevo presidente norteamericano. ¿Se desligará Obama de la nefasta influencia de Soros y Rohatyn, el banquero pinochetista, los principales contribuyentes en su campaña? ¿Adoptará políticas a lo Franklin D. Roosevelt (FDR) para sacar a los EE.UU. y al mundo del hoyo negro en que los banqueros usureros lo han metido? Estas preguntas pronto tendrán respuesta. Y en esta definición es crucial el papel que LaRouche juega dentro del partido Demócrata y la pelea que dan los jóvenes larouchistas en los EE.UU. Esto indudablemente tendrá repercusiones estratégicas de largo alcance para el futuro de la humanidad.
Mientras se da esa pelea fundamental en el nivel internacional, aquí y en toda nación que quiera sobrevivir a lo que se viene, debemos comenzar a establecer medidas cortafuego que aíslen en lo posible la economía sana y productiva del incendio desatado en el mundo. Medidas de resistencia, si bien no de desarrollo, que disminuyan los efectos de la desintegración financiera en curso. El criterio fundamental es que debemos cortar las venas que alimentan el cáncer financiero, esa montaña de papeles sin valor entre los que destacan los “derivados financieros”. Todo rescate o dinero público canalizado por la banca privada ligada a este sistema, simplemente alimentará al cáncer. Ahora es cuando debemos crear el germen del tipo de banca que se impondrá después de la crisis. Lo que debemos hacer con los exiguos recursos (16 mil millones de soles según los mejores cálculos) en manos del gobierno y de los gobiernos regionales, es canalizarlos exclusivamente a los sectores productivos del mercado interno vía nuevas instituciones de crédito públicas o privadas que den crédito a tasas de interés de nos más del 2%. Por ejemplo, de inmediato se debe crear una corporación de fomento de la vivienda o banco hipotecario que dé crédito al sector construcción. La actual banca privada, ligada al sistema en quiebra, incluso preferirá no dar créditos, si se eliminan las condiciones usureras en las que ha venido funcionando. La creación de este tipo de banca o corporaciones de desarrollo significará la puesta en marcha de un sistema de dos niveles de tipo de interés. Un sistema dual que se experimentó con gran éxito en la recuperación de los propios Estados Unidos. Con este nuevo criterio financiero de banca nacional, se debe promover grandes y urgentes proyectos de infraestructura local, nacional y continental.

El liberalismo se acabó

El modelo exportador primario ha fracasado. Los TLC’s han sido una pérdida de tiempo: la crisis ya mató al “comprador de último recurso” del sistema y la quiebra de la demanda norteamericana y europea de artículos finales ha significado la quiebra de la “nueva economía” asiática. El globalismo simplemente ha explotado. Mentían quienes decían que la China iba a sustituir a los EE.UU. en el mercado mundial. Hoy la economía china con su sector de exportación de productos malos y baratos hechos con mano de obra esclava está liquidada; se hunde a prisa, jalada por el hundimiento de la economía norteamericana. Es hora de pedir cuentas a los “economistas” que nos metieron en este modelo exportador primario desde mediados de los 1970. Hay que parar el TLC con China antes que la inundación de stocks de productos baratos termine con lo último y poco de industria que queda en el país. En general, debemos volver a una política de protección aduanera que defienda y promueva la capacidad interna de producción, aunque esto suene a herejía a muchos académicos embusteros.
Por creer en la “magia del mercado”, se ha destruido todo sentido de construcción nacional. Los momentos de crisis son momentos de grandes realizaciones. Esto es doblemente cierto en un país como el Perú, donde todo está por hacer. Es necesario recrear un Sistema Nacional de Planificación que plantee los grandes proyectos que el país necesita con urgencia. Hay que poner en marcha volitivamente un programa de proyectos al estilo del que hemos venido planteando para el desarrollo de la economía física del Perú. Todos los proyectos de desarrollo de infraestructura física en función de un modelo de exportación primaria, minera en especial, son inútiles. Un proyecto urgente y que impulsaría exponencialmente la productividad de nuestra economía sería el Tren Rápido del Pacífico Peruano, que una eficientemente los valles de la costa peruana y ciudades más allá de nuestras fronteras. Para esto necesitamos una Corporación de Desarrollo que movilice todos nuestros recursos e instituciones públicas y privadas para finalidades productivas; que paulatinamente se oriente a construir nuestras capacidades de fabricación de máquinas herramienta de alta tecnología. La promoción de grandes obras de infraestructura que nos integren con nuestros vecinos sudamericanos, en especial con el Brasil, es fundamental para comenzar a construir un verdadero mercado interno sudamericano. También necesitamos cooperación continental para el desarrollo de la energía nuclear, premisa clave para el verdadero desarrollo nacional por construir. Crear el mercado interno sudamericano sobre la base de obras de infraestructura debe ser la meta de nuestros planes de desarrollo de aquí en adelante.

Seguridad alimentaria nacional

Si no nos preparamos, habrá hambre y sangre en las calles. Por la apertura perdimos la capacidad interna de producir alimentos y hoy importamos más de la mitad de los que consumimos. Hay que reconvertir las miles de hectáreas destinadas a la exportación y producir para el mercado interno, bajo el requerimiento de un programa nacional de seguridad alimentaria, sobre todo para nuestros niños y jóvenes. Cada escuela debe tener un comedor y proveer almuerzo gratuito a nuestros estudiantes. Es todo un reto logístico y productivo por resolver, más aún si gobiernos anteriores destruyeron nuestras capacidades nacionales para la movilización de recursos ante emergencias. Desde el gobierno de Paniagua se destruyó a nuestras Fuerzas Armadas, siguiendo los mandatos globalistas del Diálogo Interamericano y George Soros. Y hoy no podemos responder ni siquiera frente a un terremoto y lo que se avecina será mil veces mayor.
Aclaramos que no planteamos keynesianismo, sino Sistema Americano de Economía. En el partido gobernante, desde Haya de la Torre se afirma erróneamente que las políticas exitosas de FDR fueron keynesianas. Lord Keynes fue el economista por antonomasia de la banca usurera privada. Su tesis del “multiplicador bancario” santificó el supuesto derecho de la banca privada a crear crédito o emitir dinero, en oposición a la tesis fundamental del Sistema Americano de que esto es potestad exclusiva de la república. Idea que se puso en práctica en la creación del primer banco nacional hamiltoniano, inmediatamente después de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos del imperialismo británico. No olvidemos que Lord Keynes, en defensa de los intereses del imperio británico, se opuso al proyecto de Bretton Woods de FDR, que nos dejó un sistema mundial de tipos de cambio fijos y un dólar anclado a la producción por medio de un patrón flexible de oro. Legado que los bucaneros de Wall Street y la City de Londres comenzaron a desmantelar a fines de la década de los 1960, con las consecuencias que hoy el mundo comienza a pagar.
Hay mucho por hacer frente a la crisis y nuestros recursos son exiguos. La buena inversión extranjera, por más que nos “maquillemos”, ya no vendrá. Hoy mismo la especulación internacional está hundiendo nuestra moneda y debemos parar eso. Los 16 mil millones de soles que tenemos en caja del gobierno central y de los gobiernos regionales, son nada ante lo requerido para un verdadero programa anticrisis. Por ello no hay que olvidar los recursos del ahorro forzoso de los trabajadores que están en manos de las AFP’s y que son cerca de 60 mil millones de soles. Las AFP’s, invento fascista chileno que sirvió para apalancar la burbuja financiera internacional, está evaporando el dinero de los trabajadores en todos lados, especialmente en Chile. Ya el gobierno de Argentina las nacionalizó y no ha pasado nada; al contrario, allí están los recursos que deben ser usados productivamente en momentos de urgencia como estos.
Qué oportuno es ahora, parafraseando a James Carville, gritarle al “establishment” político peruano: “Es la crisis financiera más grande de la historia, estúpido.”